Cuando es virrey, se nota


Cuando es virrey, se nota

El virrey no es un pescado cualquiera. Su carne blanca, fina y de sabor amariscado lo convierten en una auténtica joya del mar, especialmente cuando pasa por la brasa.

Pero hay algo que no todo el mundo sabe: el virrey se parece —y mucho—, aunque solo a simple vista, a otro pescado llamado alfonsino. Estéticamente pueden llegar a confundirse, pero en su fondo no tienen nada que ver. Son dos especies de la misma familia pero distintas.

Por eso, en este artículo te damos las claves para que, cuando estés sentado en una mesa, no te den alfonsino por virrey.

En Tavella llevamos más de diez años cocinando a la brasa y el virrey es uno de esos pescados que lo agradecen: su punto de grasa es clave para esta técnica, porque permite conservar toda su jugosidad interior y potenciar ese sabor fino que lo hace tan único, mientras queda rustido por fuera. Solo con la brasa se consigue resaltar todo el sabor del que para nosotros es el Rey de los pescados.

Pero, ¿cómo diferenciarlos?

  • El alfonsino es más alargado, de un rojo menos intenso y con una carne más magra, menos rosada y de sabor más plano. Es mucho más abundante, y su precio puede llegar a ser hasta cinco veces inferior al del virrey.
  • El virrey, en cambio, tiene un cuerpo más alto y ovalado, ojos grandes y un rojo brillante muy característico. Su carne es blanca, firme, jugosa y con un sabor profundo y ligeramente dulce, resultado de su alimentación a base de crustáceos y pequeños peces. Cuando pasa por la brasa —como hacemos en Tavella—, se convierte en un bocado rotundo que no necesita nada más.

La brasa en Tavella

En Tavella, la brasa es más que una técnica, es la manera en la que entendemos el respeto a la esencia de cada producto. Y cuando llega virrey, lo dejamos hablar. Sin disfrazarlo, sin atajos.

Porque hay sabores que no necesitan presentación. Solo respeto y llamarlos por su nombre.

En este vídeo te damos las claves para que sepas diferenciarlos:

Hay 1 comentario

Add yours